No sé en qué momento llegas a olvidar a una persona de forma total...¿Cuándo olvidas todo eso que relacionamos casi sin querer con alguien en particular?. No, definitivamente no podemos olvidar. Sólo negamos hechos. Desconectamos. No todo pasa como dicen, no todo pasa y se olvida. De alguna forma siempre quedan los restos. Siempre quedan los jodidos restos.
Si nada es para siempre, ¿Por qué sigo dando vueltas? ¿Por qué vuelvo a pasar una y otra vez por el mismo lugar, por los mismos recuerdos? En algún momento del camino los pierdo, pero vuelven. O yo vuelvo a ellos, es igual. Quizás yo me alejo y vos los acercás. Siempre te ingeniaste para volver, para desarmar mi vida, desordenar mis pensamientos. Siempre volvés, o yo vuelvo. Y es el mismo círculo. Distintas direcciones. Pero siempre en algún punto del camino te vuelvo a encontrar, o vos me encontrás a mí, no sé. Es igual. Es la misma parodia que se repite una y otra vez. Tu sonrisa, mis lágrimas. Tus ojos, mi cielo. Tus abrazos, tu respiración en mi cuello. Mis besos, los tuyos. Y la realidad que se filtra, la distancia que se pone en el medio. Los recuerdos que se pierden, y en un segundo más ya no te veo, no te escucho, ni te siento.. Y como acto de masoquismo decido besarte, sin importarme el por venir, las consecuencias, el dolor que voy a sentir cuando extrañe tenerte conmigo.
Aunque pase el tiempo, aunque pasen las ganas, aunque pasen otros. Aunque tu cielo ya no sea mi cielo. Aunque tus locuras ya no sean como las mías. Aunque me refugie en otros brazos, aunque te pierdas en otros ojos. Aunque mi vida se aleje de la tuya, no volvamos a encontrarnos y ya nos quede muy lejos el camino de regreso. Aunque ya no escuche tus palabras, aunque te hayas olvidado de mi voz. Aunque el tiempo nos haya engañado haciéndonos creer que seríamos dos. Aunque todo siga pasando, aunque mi piel se erice con otro calor. Aunque tus manos recorran otro cuerpo y ya no te acuerdes de mí. Aunque mi mundo gire en un sentido distinto al tuyo y en mis caminos no encuentre ni el eco de tu voz. Aunque ya no acompañes mi soledad, aunque ya no busques en mí lo que nunca hallaste. Aunque te haya perdido y no recuerde cómo y porqué; aunque desaparezcas bruscamente así como apareciste irrumpiendo mis días, mi vida, todo lo que era, y hoy ya no compartamos siquiera el mismo aire. Fuiste esperanza cuando no lo había, fuiste sueños entre realidades que lastimaban. Fuiste amor cuando ya no sabía amar. Fuiste vos que sin razones dejaste una razón en mí. Olvidarte es imposible. Tan imposible como olvidar que cambiaste mi vida cuando te conocí;
Suscribirse a:
Entradas (Atom)